La naturaleza fue el eje temático de la intervención artística
Con la intervención artística de los murales en la centralidad de El Pesebre culminó el trabajo integral de la Empresa de Desarrollo Urbano-EDU, que hace parte del Proyecto Urbano Integral de La Iguaná.
Luego de el mejoramiento de las vías, los andenes, las escalas de acceso peatonal desde la carrera 80 hasta la placa polideportiva y otras obras que se realizaron en este barrio para beneficio de la comunidad, también se terminó la intervención en los murales de esta centralidad.
Según lo explicó el arquitecto Juan David González, coordinador del Proyecto Urbano Integral de La Iguaná, se adecuaron cuatro marcos en concreto para darle vocación a la pared como si fuera una galería. “En un trabajo social con la comunidad se definió que se quería mostrar allí como la libertad que se quiere en el barrio, un tema muy natural”.
Por esta razón, los murales de la centralidad de El Pesebre reflejan el resurgir de una comunidad que ha sido estigmatizada durante muchos años por el tema de la violencia y el color es protagonista de esta nueva cara de esta barrio de la Comuna 13- San Javier.
La comunidad también le apostó a los espacios naturales y al mensaje para cuidar el medio ambiente y los lugares que albergan biodiversidad, así ellos no los conozcan, como lo es el Polo Norte, el Desierto del Sahara y el Amazonas.
Según lo detalló el vocero de la EDU, esta intervención artística hace juego con las demás adecuaciones que le apuestan al color, ya que los pisos de las plazoletas son azules y el piso de los espacios de los niños tiene un caucho de color verde, para su protección.
Beneficios para la comunidad
Con la intervención artística de los murales y demás obras de mejoramiento y adecuación en El Pesebre, la comunidad está muy satisfecha y algunos habitantes coinciden en que gracias a esta nueva cara, muchas personas y jóvenes están volviendo al barrio.
Pastora Ramírez, por ejemplo, quien lleva 30 años viviendo en este sector de la ciudad, destacó que el barrio quedó “muy bonito” y ahora llega más gente.
Por su parte, Carlos Mario Mazo lleva 63 años habitando El Pesebre y es uno de sus cofundadores, por lo que ha estado muy pendiente de toda la intervención por parte de la Administración Municipal y aunque está muy contento con el cambio, advierte que el reto es apropiar a la comunidad para que cuide estos espacios.
Los murales que le dan color a El Pesebre y demás intervenciones hechas en este barrio hacen parte del Proyecto Urbano Integral de La Iguaná, con el que se priorizaron las centralidades de El Pesebre y Santa Margarita.
Fuente: El Palpitar - 29 de enero de 2017