Temprano cada mañana, Hernán Acevedo se levanta para cumplir con sus deberes de ayudante de obra en la Ampliación vial Carabobo Norte. Él nació en Cisneros el 10 de noviembre de 1961 y a comienzos de la década del 70 sus padres vendieron la casa allá y compraron en Moravia. Desde entonces, es un morador del sector al que le tiene un inmenso cariño porque desde ese tiempo en que llegó a la ciudad, su corazón recibió un baño de afecto que se instaló para siempre en su espíritu.

En ese entonces, Moravia era un llano gigante, había cultivos de cebolla, tomateras y lagunas. Recuerda que de los barrios cercanos como Manrique, Aranjuez y Castilla bajaban personas a bañarse a los charcos, y hasta a pescar. Posteriormente comenzaron a tapar esas lagunas y se hizo un relleno por parte de Emvarias y debido a eso, cuando taparon las lagunas, se hizo el antiguo basurero. Según nos cuenta el propio Don Hernán que fue testigo de esa transformación, luego llegaron las personas y comenzó a poblarse el sitio.

“Allí las Empresas Varias hicieron el cerro de la basura y la gente aprovechó el morro y empezó a construir, entonces muchas personas vivían de eso al reciclar cartones, chatarra y todo lo recuperable, porque pasaban por allí señores que compraban eso”, recuerda entusiasmado nuestro protagonista. Hernán tiene ya 52 años viviendo en la zona, siente por el barrio mucha felicidad y hoy por hoy dice que está muy valorizado y central. Cuenta con especial agrado que, “valió la pena el esfuerzo de aquellos años cuando veíamos pasar el ferrocarril por Carabobo y los niños íbamos a la estación El Bosque a ver el tren y los pasajeros nos tiraban confites y monedas, el tren pitab con trompetasa porque era de carbón.”, recuerda.

Hoy en día con tantas anécdotas a cuestas en la zona, don Hernán vive cerca a la cancha y la iglesia del barrio, tiene 6 hijos de 5, 7, 16, 25, 28 y 33 años de edad, y solamente el menor vive con él y su esposa en Moravia. El hoy ayudante de obra de Carabobo Norte recuerda con los ojos humedecidos que en esos tiempos pedían el agua en Cuatro Bocas, pasaban el río nadando a la casa finca que había en donde hoy está la Terminal del Norte para pedir comida y leche porque ordeñaban vacas y su infancia fue feliz.

Una felicidad compartida por todos los que vemos en su esfuerzo admirable a un valiente exponente de un estilo antioqueño trabajador y al radiante continuador de una escuela que ser forja en este departamento y que tiene marca registrada en la superintendencia de la vida. Aquel baño de afecto de hace unas décadas sirvió para edificar la enorme voluntad del hombre que hoy guía a su familia apoyado en una obra pública de la actual administración municipal y que lo moviliza por la búsqueda de los objetivos sin impedimentos de carácter porque lo forjó con astucia y precisión.

¡Transformamos vidas!

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Contexto

La ampliación vial de Carabobo Norte es una obra que actualmente ejecuta la Alcaldía de Medellín para mejorar la movilidad y generar nuevo espacio público entre el Jardín Botánico y el Puente de la Madre Laura. En dicho sector se realizan actividades para la recuperación del espacio público del norte, el mejoramiento del tráfico vehicular y espacio público, el mejoramiento de las calidades ambientales y embellecimiento del sector.

Serán 51.045 metros cuadrados de espacio público que tendrán una renovación integral, de carácter vial, ecológico y social con vías nuevas, vías recuperadas y ciclorruta. Construiremos 600 metros de vía nueva para mejorar el flujo vehicular, adicionalmente, recuperaremos un tramo de 3.26 km de vía existente. Este sector también es conocido como la antigua vía a Zamora, el proyecto también favorece la movilidad no motorizada. Serán construidos 2,24 kilómetros de ciclorruta, 18.703 metros cuadrados estarán destinados a la construcción de andenes y a la ubicación de mobiliario urbano, sembraremos 315 nuevos árboles en el área de influencia del proyecto y todo con una inversión que hace la Administración Municipal para esta obra que es cercana a los $43.000 millones.

Es un proyecto que más de tres kilómetros que contempla nuevas zonas verdes, estancias, cicloinfraestructura y mobiliario urbano para el encuentro ciudadano. A propósito de esta gran obra, queremos exaltar la labor de líderes y vecinos como Don Hernán, quienes son testigo del progreso de la zona y nos inspiraron estas historias de vida que incentivan a los vecinos a prácticas de participación ciudadana y corresponsabilidad con las intervenciones.